Diez años construyendo sueños

Diez años construyendo sueños

Con un capital muy pequeño y sin mucho conocimiento en el sector, decidí emprender esta aventura a la que llamé La Perica.

Como todo emprendimiento, arrancar no fue nada fácil porque el camino está lleno de baches, pero lo que aprendí es que si uno no se enamora de su idea y cree fielmente en ella nadie más lo va a hacer.

Así que el paso número uno fue enamorarme de La Perica, creer en ella ciegamente, pues sabía que solo así, iba a poder superar cualquier problema que se me presentara en el camino.

 

Al iniciar en este emprendimiento, me di cuenta que cuando nadie te conoce, es muy difícil que te abran las puertas. Uno de mis primeros objetivos para hacer conocida la marca, fue ingresar a tiendas aliadas, pero no fue nada fácil, tuvimos muchos NO en el camino, pero la suma de esos NO fueron la antesala de un gran SI, y desde ese momento muchas puertas se abrieron.

 Pero en este camino, si algo te funciona bien, no significa que debes quedarte o conformarte con eso, pues te das cuenta que el mundo corre más rápido que tú, y que si no corres al ritmo de él te quedas estancado. Así que otra de las lecciones que aprendí fue el nunca conformarme con lo logrado. Es en este punto en el que no solo buscaba estar en muchas tiendas aliadas para hacer mi marca conocida sino también comencé a participar de ferias grandes, medianas y pequeñas, en todas las que se me presentaran, a fin de llegar a más gente, que las personas reconocieran mi marca y la recordaran.

Así estuvimos un par de años, hasta que participamos en una feria organizada por un centro comercial y gracias a ella, me animé a apostar por estar en centros comerciales. Este era el siguiente paso de mi emprendimiento (hasta este punto no tenía idea de lo que implicaba estar en un centro comercial).

Obstinada como soy, al día siguiente de terminar esa feria, ya estaba enviando correos a varios centros comerciales para ver la posibilidad de ingresar, me paseaba por los malls que a mi criterio eran de mayor afluencia para ver qué otras marcas habían y cual era el movimiento, estuve en ese trabajo varios meses pero las respuestas no fueron inmediatas.

Hasta que llegó el momento en el que dos centros comerciales nos dieron el gran SÍ, pero este fue al mismo tiempo y lo difícil fue tomar la decisión en ese momento de realizar dos inversiones tan fuertes a la vez, pero como dice el dicho: “quien no arriesga, no gana” y yo me arriesgué. A los pocos meses otro centro comercial me ofreció un espacio, logrando así cerrar el último trimestre del año 2017 con tres puntos de venta en centros comerciales.

Aún recuerdo la campaña navideña de ese año, fue épica pues no había dimensionado la cantidad de mercadería que iba a necesitar y me quedé sin mercadería, recuerdo haberme quedado muchas madrugadas haciendo pulseras pues mi equipo de artesanas no se daba abasto en el día. Fue una campaña llena de aprendizajes.

Al año siguiente decidí consolidar mi marca en esos centros comerciales y me dediqué a analizar el comportamiento de mi consumidor y a predecir la demanda para nunca más desabastecerme.

En el 2019 continuamos con nuestra expansión aperturando cuatro módulos más y a inicios de este año dos puntos de venta más, llegando a tener nueve en total.

Hoy, estamos viviendo una coyuntura muy difícil para el país y con muchos retos nuevos que afrontar. Como emprendedora me queda la esencia para poder salir de este problema. El amor y la pasión que siento hoy por La Perica es más grande que hace diez años, y creo que por más que la situación hoy no sea favorable para mi ni para muchos emprendedores, me siento capaz de poder sobreponerme y salir adelante airosa. Tal vez tenga que retroceder un poco para luego seguir construyendo mis sueños.

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